La Identidad de una Escort

Las escorts son mujeres misteriosas, atrayentes y muy interesantes. Las asociamos con una experiencia inolvidable de placer y sensualidad. Pero a menudo se nos olvida que son personas normales con vidas, a menudo, de lo más corriente. ¿Cuál es la importancia de la identidad de la escort?

LA PROSTITUCIÓN COMO TRABAJO

La prostitución es una actividad legal y regulada en muchos países, pero sigue siendo algo muy mal visto socialmente. Muy pocas mujeres admiten en público haber ejercido ese oficio y las que lo hacen, son juzgadas y cuestionadas durante el resto de su vida. Son pocas las que continúan con sus vidas con orgullo y éxito después de haber hecho esa confesión, aunque hay algunos casos. Por lo general, la norma número uno de las escorts, acompañantes de lujo y putas es mantener el anonimato todo lo que sea posible.

 

 

La Identidad de una Escort… y de sus clientes

El deseo de proteger la privacidad no pertenece solo a las prostitutas, sino a sus clientes. Aunque las consecuencias no son tan devastadoras, ningún hombre quiere reconocer en público que es cliente asiduo del mercado del sexo. Su afición pertenece a su esfera privada y nadie tiene por qué entenderla o aprobarla. Siempre es mejor no decir nada y disfrutar del placer de conocer a mujeres espectaculares, disponibles y calientes sin tener en cuenta la opinión ajena.

Siempre y cuando la mujer ejerza voluntariamente, el cliente no está haciendo nada malo. Es un intercambio de servicios adulto, divertido y muy satisfactorio para ambas partes. La situación es distinta cuando el hombre contrata los servicios de prostitutas obligadas y secuestradas, que no reciben ni un céntimo por su trabajo y que son explotadas por terceras personas. En ese caso, sí que convendría reflexionar y ser consciente de que no hay placer que merezca la pena, si es a costa del sufrimiento ajeno.

 

 

Los datos de las chicas

Durante la relación, tanto la escort como el cliente saben que se trata de un encuentro privado. Una vez terminado, lo ocurrido no debe salir de ahí, pero las personas hablan. Es inevitable. Las chicas hablan con otras compañeras de profesión y los clientes comentan la jugada con amigos o en foros de escorts, donde cuentan cómo ha sido la experiencia con la escort y si la recomiendan o no. Esto último puede ser muy beneficioso para la acompañante, ya que si recibe una reseña positiva, obtendrá nuevos clientes gracias a ella.

Los problemas empiezan cuando los clientes quieren tener demasiada información sobre las escorts, en un sector en el que la discreción debe ser algo recíproco. No solo hay que proteger la identidad de los clientes, sino también la de las chicas. Una escort expuesta desaparecerá y advertirá a otras chicas de lo ocurrido. No hay nada peor para el sector que montones de escorts aterrorizadas ante la idea de ser identificadas. Si la identidad de una escort no se respeta, la chica no querrá trabajar.

 

 

Discreción y buen karma

Si tienes citas con chicas discretas que no quieren ser descubiertas, respeta sus deseos. Ten una charla cordial e interesante, pero no la incomodes preguntándole por su verdadero nombre o por su profesión. Deja que ella te diga lo que le apetezca decir. Puede que te cuente cosas suyas. Puede que te mienta. Lo mejor es mantener la fantasía y el deseo sabiendo que hay límites que no deben sobrepasarse. Da a los demás lo mismo que tú esperas recibir y pásatelo bien con la chica de tus sueños sin ensombrecer la experiencia con cotilleos más dignos de un corillo de patio que de un hombre distinguido y educado como tú.

La identidad de una escort es algo que hay que respetar, al igual que la tuya.

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