Si eres tímido y te apetece quedar con una escort, puede que te preguntes ¿de qué hablar con ella? ¿Qué decirle? El asunto es más fácil de lo que crees.
Lo primero que debes entender es que una escort es una mujer normal, como sus inquietudes y su carácter. Encontrarás acompañantes divertidas y abiertas y otras más reservadas. Como siempre decimos, todas tienen éxito porque la magnitud de los gustos personales es algo que no conoce límites. Incluso las escorts realmente tímidas tienen amantes completamente enloquecidos con ellas.
La mayoría de las chicas son cultas y tienen habilidades sociales. No esperes un momento de tensión incómodo: ellas están ahí para acompañarte y hacer que pases un rato divertido. No te preocupes pensando que debes ser ingenioso e interesante, lo único que tienes que hacer con una profesional es ser tú mismo. Tanto si buscas reírte a carcajadas como si prefieres una velada sensual y tranquila, la chica de tus sueños se adaptará a tus gustos con una habilidad que te sorprenderá.
Solo habla con tu escort como lo harías con cualquier chica. Puedes sacar temas de actualidad y comprobar sus inquietudes, ideas y proyectos. No lleves la conversación hacia el terreno personal, haciendo preguntas sobre su identidad o pidiendo datos que puedan identificarla. Recuerda que su intimidad es tan valiosa como la tuya y que las escorts son personas discretas que merecen la misma privacidad como recompensa.
Lo mejor de todo es que, a diferencia de una mujer con la que quieres ligar y con la que no puedes ser demasiado directo, con la escort podrás dirigir la charla rápidamente hacia el terreno sexual. Podrás decirle lo caliente que te pone, lo que imaginas que lleva bajo ese vestido tan ajustado, lo que estás deseando hacer con ella en cuanto os quitéis la ropa…
No te preocupes demasiado por la conversación: puedes estar seguro de que serán tan fluida y natural como lo que sucederá cuando dejéis de hablar.