Las escorts y la cirugía estética: un tema ciertamente peliagudo. Es evidente que en este sector, como en cualquiera en el que las mujeres viven de su imagen, abundan las operaciones, especialmente para aumentar el tamaño del busto. A partir de ahí, nos encontramos con un poco de todo. Tenemos las escorts que no se conforman con una sola cirugía y terminan cambiando por completo y pareciendo totalmente artificiales. Eso no gusta a ningún hombre. ¿Dónde está el límite?
Si estás trabajando como escort y llevas poco tiempo, una de las primeras cosas que vas a ver es una gran cantidad de pechos operados por metro cuadrado. Dicen que lo primero que hace una acompañante de lujo cuando reúne una gran cantidad de dinero es hacerse un aumento de pecho, y en parte, es cierto. No todas lo hacen, pero hay muchas que creen que es un requisito indispensable para atraer más clientela y ganar dinero. Eso no siempre es así.
Soy una escort, ¿tengo que operarme el pecho?
Tener, no tienes que hacer nada. Si tienes poco pecho y estás algo acomplejada, pasar por el quirófano hará que tu autoestima suba muchos peldaños. Te sentirás más femenina y proporcionada, y si acudes a un buen médico, el resultado será muy natural. Claro está, eso también atraerá a los hombres. Pero si tienes un pecho normal, o si tienes poco pero nunca has tenido ningún problema con eso, no tienes que operarte para trabajar como escort. No creemos que el tamaño de tus senos vaya a determinar tu éxito como acompañante de lujo si eres atractiva, elegante, simpática y cuidas tu figura. Los hombres valoran más una bonita sonrisa que unos pechos inmensos.
Tampoco podemos olvidar que hay hombres que se vuelven locos por el busto grande, y que para un momento de placer, la idea de estar con una escort de tetas inmensas -así es como lo buscan en Google- les parece irresistible. En Sugar Girls tenemos mucha variedad con el busto: tenemos chicas de talla 110, y muchas de talla 90 y 85. Nuestras escorts de dieciocho años, en cambio, tienen un aspecto dulce, un cuerpo muy delicado, y por lo tanto, muy poco pecho. Y aún así, tienen un éxito increíble. ¡No hay una norma específica!
Un retoque, y luego otro, y otro…
Una tendencia peligrosa que hemos visto muchas veces a lo largo de estos años es la adicción a la cirugía estética. Primero se operan el pecho y les queda genial, por lo que empiezan a pensar en volver a pasar por el quirófano, esta vez para hacerse una liposucción. Pero pasado un tiempo, empiezan a engordar en zonas distintas de las que se han intervenido para extraer la grasa, por lo que tienen que hacerse otra liposucción. Más tarde deciden que ya es hora de operarse la nariz y los labios. Al final, el resultado es otra persona completamente distinta y con apariencia de transexual, sobre todo si la escort es de rasgos duros.
Esta espiral es cada vez más desastrosa y termina con la escort teniendo un aspecto artificial y desastroso. Un retoque puede estar bien, pero demasiados no pueden salir bien. ¡No se puede engañar a la naturaleza!
Si eres una escort y estás pensando en hacerte unos retoques, piénsalo muy bien. Puede que un día no muy lejano te arrepientas y te des cuenta de que estabas mejor antes, con tus defectos, pero con tu propia personalidad y esencia. La cirugía estética no es como ir a la peluquería: medita tu decisión.