Te apetece ir al restaurante de moda de tu ciudad favorita o tienes una cena de negocios. No quieres ir solo; necesitas compañía. Estás pensando en contratar los servicios de una profesional pero te preocupa que tu decisión sea un error… ¡y pagar las consecuencias! ¿Es una buena idea salir a cenar con una escort?
Salir a cenar con una escort puede ser una experiencia fantástica. Tienes todas las ventajas de disfrutar de la compañía de una mujer atractiva, interesante y elegante, sin los problemas que dan, a veces, las relaciones personales. No existe la presión de agradar a nadie: con una escort, puedes ser tú mismo, y es ella quien está más predispuesta a agradarte a ti. Además, estas señoritas son profesionales y eso es un punto a su favor. No habrá escenas, exigencias ni reclamos. Tú decides qué aspecto tiene la chica, dónde iréis y a qué hora se irá. Y eso no tiene nada de malo.
La Apariencia es Primordial
A la hora de salir a cenar con una escort, la apariencia es muy importante. No nos referimos a la belleza, sino a la manera de vestir. Lo último que una acompañante debe hacer es vestir de una manera que la haga parecer una señorita que mantiene relaciones a cambio de dinero, en el sentido más negativo de la expresión. A la hora de verse en público, las escorts de alto standing saben que deben vestir de manera sexy y atrayente, pero al mismo tiempo, distinguida y discreta. ¿Recuerdas la escena de Pretty Woman, en la que todos los clientes del hotel de lujo se quedan horrorizados al ver a Julia Roberts con mini falda y botas altas de cuero? Eso es precisamente lo que todas las escorts -y sus clientes- evitan a toda costa.
Por desgracia, hay señoritas que no pueden vestir de manera elegante, porque no tienen las prendas adecuadas. No ganan tanto dinero como para invertir en un buen guardarropa, o hacen pocas salidas y no consideran necesario gastar en ropa buena.
Elegancia, pero sin Extremos
Luego está el otro lado de la balanza, el refinamiento que roza lo ridículo. Hay escorts que ganan grandes cantidades de dinero, pero que no tienen un objetivo profesional fijado, por lo que gastan mucho en ropa de diseño. A veces, en exceso. Dicen que las acompañantes son muy distinguibles por la cantidad de prendas y bolsos de marca que lucen, a un nivel equiparable solo al de herederas millonarias. Eso también provoca una pésima impresión, y es tan llamativo como las faldas muy cortas o las botas altas.
Lo ideal es un término medio. Una escort que tenga ropa de calidad, elegante y discreta, con los accesorios adecuados. En Sugar Girls tenemos chicas que serán perfectas para ti si deseas salir a cenar con una escort. Tanto si tienes una cena de trabajo o simplemente, quieres pasar una noche inolvidable en Madrid o Barcelona, tenemos a la acompañante perfecta. Con nosotros, la experiencia será todo un éxito.