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Disculpen las molestias.
Nina-
Nina- Venezolana puta de lujo Barcelona
Nina-
Nina- Venezolana puta de lujo Barcelona
DATOS PERSONALES
Nacionalidad:
Venezolana
Edad:
25 Años
Ojos:
Marrones
Cabello:
Negro
Medidas:
90/68/92
Altura:
1.59 m.
Otros datos:
, Tatuajes, Fiestera
IDIOMAS
Español
Ingles
SERVICIOS
69
Atención mujeres
Atención Discapacitados
Besos
Swingers club de intercambio
Cubana
Dúplex
Fantasías sexuales
Fetiches
Face fucking
Juguetes
Lésbico
Lluvia dorada
Masajes
Orgías
Servicio para parejas
Sado Erótico
Salidas
Griego
Squirting
Strap-on
Striptease
Trio
GFE (GirlFriend Experience)
TARIFAS
1 Hora
180 €
Hora y media
300 €
2 Horas
360 €
Hora adicional
180 €
Noche (8 Horas)
A consultar
24 Horas
A consultar
48 Horas
A consultar
Día adicional
A consultar
*
Algunos servicios pueden tener suplemento.
Consultar con la agencia.
Consultar con la agencia.
*
El listado de servicios es orientativo.
La escort es quien decide si los ofrece o no.
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Descripción
Nina es una joven venezolana cuya presencia no pasa desapercibida. Desde el primer instante, su belleza natural cautiva, pero es su sonrisa la que realmente deja una marca. Es amplia, genuina, llena de luz. Una de esas sonrisas que no se fingen, que nacen del alma y que tienen el poder de cambiar el día de quien la recibe. Su energía es tan radiante como su expresión; hay algo en ella que vibra alto, que inspira y envuelve, como si llevara dentro una chispa que nunca se apaga.
Por donde camina, Nina atrae todas las miradas, no solo por su físico, sino por esa mezcla perfecta entre elegancia y autenticidad que la distingue. Tiene un saber estar que impone sin necesidad de palabras. Su forma de moverse, de mirar, de hablar, está impregnada de una clase natural que no se aprende, se lleva dentro. Es magnética, y sin pretenderlo, se convierte en el centro de atención allá donde va.
Lleva tatuajes que no son simples adornos, sino recuerdos vivientes. Cada uno tiene su historia, una etapa, una emoción, una lección aprendida. Su piel narra capítulos de su vida, momentos de transformación, de amor, de lucha. Para Nina, el cuerpo es un lienzo donde ha ido dejando huellas de lo que ha sido y de quién es hoy. Sus tatuajes no solo decoran, sino que comunican, son íntimos y profundos.
Su melena, que cae con suavidad hasta los hombros, es otro de sus tesoros. Brilla al sol, se mueve con el viento, y refleja el cuidado y cariño que le dedica. Es parte de su identidad, una muestra más de ese amor propio que cultiva con tanta dedicación.
Amante de la música, Nina tiene una sensibilidad especial para el ritmo. Le encanta bailar, moverse libremente, conectar con cada nota como si su cuerpo hablara a través del movimiento. El baile es su escape, su refugio, su celebración. También disfruta de los momentos tranquilos escuchando canciones que la transportan, que la hacen recordar, soñar o simplemente sentirse viva.
Uno de sus placeres favoritos es pasear por las noches de Barcelona. Le fascinan las calles iluminadas, el murmullo de la ciudad, la mezcla de culturas, el aroma a mar y a historia. Camina con calma, como si supiera que cada rincón guarda un secreto que solo ella puede descubrir. Esas noches son su tiempo sagrado, donde se encuentra consigo misma y con la magia de vivir lejos de donde nació, pero sintiéndose en casa.
Nina es mucho más que una joven bonita: es una mujer con historia, con fuego en la mirada, con dulzura en la voz y con firmeza en cada paso. Es una mezcla de ternura y fortaleza, de alegría y profundidad. Una de esas almas que dejan huella, incluso en quienes apenas la conocen.
Por donde camina, Nina atrae todas las miradas, no solo por su físico, sino por esa mezcla perfecta entre elegancia y autenticidad que la distingue. Tiene un saber estar que impone sin necesidad de palabras. Su forma de moverse, de mirar, de hablar, está impregnada de una clase natural que no se aprende, se lleva dentro. Es magnética, y sin pretenderlo, se convierte en el centro de atención allá donde va.
Lleva tatuajes que no son simples adornos, sino recuerdos vivientes. Cada uno tiene su historia, una etapa, una emoción, una lección aprendida. Su piel narra capítulos de su vida, momentos de transformación, de amor, de lucha. Para Nina, el cuerpo es un lienzo donde ha ido dejando huellas de lo que ha sido y de quién es hoy. Sus tatuajes no solo decoran, sino que comunican, son íntimos y profundos.
Su melena, que cae con suavidad hasta los hombros, es otro de sus tesoros. Brilla al sol, se mueve con el viento, y refleja el cuidado y cariño que le dedica. Es parte de su identidad, una muestra más de ese amor propio que cultiva con tanta dedicación.
Amante de la música, Nina tiene una sensibilidad especial para el ritmo. Le encanta bailar, moverse libremente, conectar con cada nota como si su cuerpo hablara a través del movimiento. El baile es su escape, su refugio, su celebración. También disfruta de los momentos tranquilos escuchando canciones que la transportan, que la hacen recordar, soñar o simplemente sentirse viva.
Uno de sus placeres favoritos es pasear por las noches de Barcelona. Le fascinan las calles iluminadas, el murmullo de la ciudad, la mezcla de culturas, el aroma a mar y a historia. Camina con calma, como si supiera que cada rincón guarda un secreto que solo ella puede descubrir. Esas noches son su tiempo sagrado, donde se encuentra consigo misma y con la magia de vivir lejos de donde nació, pero sintiéndose en casa.
Nina es mucho más que una joven bonita: es una mujer con historia, con fuego en la mirada, con dulzura en la voz y con firmeza en cada paso. Es una mezcla de ternura y fortaleza, de alegría y profundidad. Una de esas almas que dejan huella, incluso en quienes apenas la conocen.